La Zambomba Mañanera en Jerez
La Zambomba Mañanera de Jerez: Villancicos que despiertan el alma.
Antes de que el sol iluminara las calles de Jerez de la Frontera, el compás y la alegría ya se hacían sentir. La Zambomba Mañanera, una de las tradiciones más queridas de la Navidad jerezana, volvió a llenar de música y espíritu festivo las primeras horas del día, reflejando el alma flamenca de esta ciudad.
Desde las ocho de la mañana, los sonidos de guitarras y panderetas se escuchaban en la Alameda del Banco, donde se llevó a cabo el evento debido a las obras en la Plaza Rafael Rivero, su sede habitual. A pesar del frío, decenas de personas se congregaron, café en mano y envueltas en bufandas, dispuestas a dejarse llevar por los villancicos y romances del coro "El Habla de Jerez".
La Zambomba Mañanera tiene un aire íntimo que la diferencia de las grandes zambombas nocturnas. No hay grandes escenarios ni luces llamativas, solo un círculo de sillas y mesas improvisadas, rodeado de jerezanos que, con naturalidad, cantan y acompañan con palmas. Es una vuelta a la esencia de esta celebración.
Uno de los momentos más especiales fue cuando se entonó "Los campanilleros", seguido de coplas populares que hicieron que el público se levantara y bailara al ritmo del zapateado flamenco. Los mayores recordaban las zambombas de otros tiempos, mientras los jóvenes se sumaban con entusiasmo.
Esta zambomba no solo es un encuentro con la música, sino también con los sabores de la tierra. El aroma a buñuelos y anisado se mezclaba con el vino de Jerez que comenzaba a servirse conforme avanzaba la mañana. Las conversaciones fluían en un ambiente donde las horas parecían detenerse.
A medida que el sol ascendía, la zambomba llegaba a su fin, dejando una sensación de alegría y una cita pendiente para el próximo año. La Zambomba Mañanera es una prueba de que Jerez guarda en su corazón la magia de la Navidad, vivida con intensidad desde las primeras luces del día.
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